Opinión

Hoy en día, con la simple acción de encender un televisor, podemos desencadenar la expansión de un terrible virus mortal. Y digo virus mortal porque sólo con ver a Belén Esteban dan ganas, como mínimo, de salir corriendo al baño. Y como se nos ocurra ver un programa en el que participe ella hasta el final, las ansias de suicidio aumentan considerablemente.
Y esque parece mentira que a estas alturas, en pleno siglo XXI, los programas del corazón tengan un peso tan importante en la parrilla de programación de ciertas cadenas de televisión. Y lo que parece más increible es que la gente responda de forma masiva, dando cifras de audiencia propias de la retransmisión de la llegada del hombre a la luna. Ciertamente, si mañana compitieran en pantalla la retransmisión del descubrimiento de la vacuna contra el SIDA y un nuevo capítulo de la espléndida vida de Belén y Fran, "la mujer que se hizo famosa por tocarle la chorra a un torero" ganaría por goleada. Triste, sí, pero este es el país en el que vivimos, en el que un personajucho cualquiera que se ha hecho famoso por vender su vida tiene más importancia que gente que verdaderamente se lo merece.



No es justo que esa señora, por no utilizar un calificativo más grosero, se esté lucrando por el mero hecho de casarse con un asesino de animales (también llamados toreros), cuando nos podemos encontrar a infinidad de gente con estudios, con carreras universitarias, que están trabajando en la caja de un supermercado o barriendo calles, con el agua al cuello cada vez que se acerca el tan temido fin de mes.

Y es todavía más injusto que en estos tiempos de crisis, recesión económica o como queramos denominarlos (esto se está convirtiendo en algo parecido al tema Euskadi/Euskal Herria/Vascongadas...), donde la gente está pasando verdaderos apuros para llegar a fin de mes, salgan publicadas las cifras que gana "la mujer que se hizo famosa por tocarle la chorra a un torero" por sus intervenciones en televisión, y veamos que rondan los 150000 € por una noche .Hombre, yo soy de letras, pero echando mano de la calculadora veo que son casi 25 millones de las antiguas pesetas. Ahora pensemos en los mileuristas, que son muchos en este país. ¿Cuánto les costaría ganar ese dinero? Pues volviendo a echar mano de la calculadora, vemos que ganarían esa cifra en algo más de un año. Recapacitemos, si nos pegamos 8-10 horas currando como animales, nos cuesta un año ganar 150000 euros. Sin embargo, si vamos una noche a "Sálvame Deluxe", contamos cuatro mentiras, insultamos a gente y, si es menester, nos pegamos en directo, en esas horas que estemos haciendo el paripé ganamos lo mismo. No me compensa lo de trabajar...
Menos mal que, por lo menos, aún existen programas en televisión que merece la pena ver, programas que critican el estercolero que es el mundo del corazón. Programas con los que, a la vez, te entretienes, te diviertes. Aunque a muchos les duela y quieran eliminarlos con las estrategias más rastreras. Sin ir más lejos, para comprobarlo, nada mejor que entrar en YouTube y ver (con los riesgos que esto conlleva, no me hago responsable de las consecuencias psicológicas que pueda producir ver lo que propongo a continuación) un extracto del programa "El Gato al Agua", programa de la cadena Intereconomía. Para el que no conozca este canal (comprensible, ya que muchos fabricantes de televisión inteligentes han creado un dispositivo para que, cada vez que intentes sintonizar dicho canal salte un mensaje que reza "Error crítico. Peligro de autodestrucción"), se trata del canal que, en sus anuncios, compara el socialismo de Zapatero con el de Hitler y el de Mao Tse-Tung, argumentando que el socialismo de "cejitas" mata a millones de niños antes de nacer (véase "lío del aborto"), entre otras perlitas. Bien, en dicho extracto, Antonio Jiménez, moderador del programa, llamó al Gran Wyoming "bufón", "delincuente" y un largo repertorio de bobadas. También arremetió contra la copresentadora del programa del Wyoming, "El Intermedio", Beatriz Montañez, llamándole, entre otras cosas, "prostituta".
¿Y todo esto por qué? Por el mero hecho de haber quedado con el culo al aire tras publicar un vídeo en el que Wyoming aparecía vejando a una becaria, cuando todo era un montaje de "El Intermedio" para comprobar si Intereconomía verificaba la información que recibía. Obviamente no, no lo hace. Y aquí es cuando cito a Pérez Reverte para dar mi opinión sobre esta gente: "Valientes hijos de puta". Como he dicho, lo hago a través de una cita de Pérez Reverte, para que luego no me llamen malhablado, que esto es un blog de clase y hay que guardar las formas.
Por hoy lo dejo aquí, que he quedado con "Mermelada" para firmar con Sálavame. Pudiendo ganar 150000 euros en una noche en Sálvame a mí no me ven el pelo trabajando. Neorrealismo televisivo... Si, y en el Vaticano se mueren de hambre...



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